Silicon Valley es la nueva Meca de la prosperidad. A nuestros políticos les encanta prometer un Silicon Valley en su región de responsabilidad (que normalmente se traduce en hacer un polígono industrial completamente innecesario aunque a veces hay buenas ideas), pero realmente en España no se conoce mucho de esta parte concreta de San Francisco.
Se sabe que hay muchas empresas tecnológicas, que mueven mucho dinero y que seguramente esto acabe afectando positivamente a su población residente. Pero normalmente se ignoran los problemas que trae dicha abundancia de capital en en una zona concreta.
¿Quieres alquilar en Silicon Valley? Pues ve preparando la chequera
Uno de los efectos de la llegada de riqueza a una zona concreta es la subida generalizada de precios. Y entre ellos los inmobiliarios, que son especialmente importantes ya que pueden afectar profundamente la vida de la población. En Silicon Valley los precios inmobiliarios son altísimos, tanto que prácticamente los únicos que se pueden permitir vivir ahí son precisamente los trabajadores de las empresas tecnológicas.
Para comprobarlo no hay más que echar un vistazo a Craiglist: los alquileres por la zona no bajan de 2.000 dólares al mes y lo normal es que estén entre 3.000 y 4.000 dólares. Estamos hablando de alojamientos de una a tres habitaciones y no especialmente grandes.
El problema que esto tiene para la gente que vive de alquiler (y en EEUU es aproximadamente un 40% de la población) es que expulsa a los habitantes de dichas zonas, personas que a lo mejor lleva viviendo allí muchos años. Para los propietarios la situación es distinta, pueden hacer un gran negocio vendiendo o alquilando sus propiedades pero el efecto es el mismo, tienen que abandonar el lugar e irse a otros sitios más económicos para poder aprovechar la subida del precio. Si se quedan lo único que verán es que el precio de los servicios de la zona se incrementa y que viven sentados en una mina de oro sin sacarle partido.
Mucha gente que reside en Silicon Valley y que no tiene un trabajo asociado a las empresas tecnológicas está quemada. Tanto que atacan los autobuses de Google y otras compañías y presionan para que el ayuntamiento prohíba su uso. En realidad que haya autobuses de empresas creando tráfico no es en sí un problema, lo que realmente genera odio es que no pueden seguir permitiéndose vivir en sus barrios de toda la vida y la culpa es de las empresas tecnológicas. Y cada día ven pasar los autobuses por delante de su casa recordando el motivo de que tengan que irse.
Cuando un bien es caro surgen los bienes sustitutivos
Los bienes sustitutivos son productos que se vuelven más populares cuando el precio de otro producto crece mucho. Los ejemplos más comunes (aunque antiguos) son la mantequilla y la margarina o el café y el té.
Cuando sube el precio de la vivienda en una zona de una forma tan espectacular como en Silicon Valley también surgen bienes sustitutivos. Por ejemplo, mucha gente que trabaja en la zona cambia una vivienda cercana por una lejana y más tiempo de transporte público. También aumenta el número de personas que alquilan habitaciones en lugar de apartamentos.
Una segunda vuelta de tuerca es lo que está sucediendo en estos momentos en Silicon Valley. Están surgiendo alojamientos alternativos, más baratos. Un ejemplo son los anuncios que se ven últimamente de gente que alquila el jardín de una casa con una tienda de campaña y derecho a usar el baño y la cocina. Todo por el módico precio de 900 dólares al mes (al principio era más barato pero ante la gran demanda subieron los precios). ¿Nos hace gracia la serie Silicon Valley donde una incubadora de startups básicamente les proporciona una habitación de un chalet, un salón para que programen y comida a cambio de un porcentaje de la empresa? Quizá no sea tan descabellado.
Por tanto llegamos a una contradicción tremenda. Se supone que Silicon Valley trae prosperidad a sus habitantes debido al flujo de dinero y en cambio vemos como hay gente que era capaz de vivir en unas condiciones dignas y ahora no se lo puede seguir permitiendo y tiene que vivir muy lejos de su trabajo (con el decremento en la calidad de vida) o tener una solución habitacional que pocos denominarían vivienda.
Esto ya ha pasado en algunos lugares de España
No hace falta mirar a Silicon Valley, esto ya ha pasado en España. ¿O es que no recordamos del boom inmobiliario de la década pasada? Una supuesta riqueza (que en realidad era una burbuja) hizo que los precios inmobiliarios se dispararan y la gente se comprara viviendas a distancias de sus trabajos inimaginables unos años antes (Seseña fue el gran exponente).
Un ejemplo más parecido al de Silicon Valley (es decir, sin burbuja) es el del madrileño barrio de Chueca. En los 80 y principios de los 90 era un barrio muy deteriorado. Y entonces llegó el movimiento gay, que tomó el barrio como su exponente y ahora es una zona cara dentro de la capital (con algunas pegas, ya que hay bastante ruido debido a los bares y restaurantes que pueblan la zona). ¿El problema? Muchos de sus habitantes "de toda la vida" han sido expulsados por el incremento del precio de la vivienda.
Por tanto, aunque parece que todos quieren tener un Silicon Valley al lado de su casa, cuidado con lo que se sueña. A lo mejor se acaba tirando piedras al autobús que lleva a los empleados del futuro Google español a su puesto de trabajo.
Imagen | rjhuttondfw