Cuántas veces hemos escuchado los límites nos los ponemos nosotros mismos, las capacidades físicas no tienen nada que ver, e incluso las discapacidades que podamos enfrentar no tienen que ser un obstáculo para realizar nuestros sueños, si tenemos la suficiente fuerza de voluntad podremos realizar cualquier meta que nos fijemos.
Bajo esta mentalidad es como conocemos el caso de Mariusz Kędzierski, un artista polaco de 23 años que se dedica a hacer fantásticos dibujos a lápiz, principalmente retratos, lo cual no tendría nada de increíble si no fuera porque Mariusz nació sin brazos.
Un maravilloso ejemplo de perseverancia
El talento de Mariusz fue descubierto cuando sólo tenía tres años, ya que contaba con una capacidad asombrosa para replicar en papel lo que sus ojos veían, todo con una exactitud increíble, esto ocasionó que sus padres lo encaminarán en el desarrollo de sus capacidades para el dibujo y la pintura, algo que no era sencillo, ya que el no tener brazos y manos desarrolladas hacían que su técnica no fuera como la de los demás, por lo que decidió dejar los estudios y volverse autodidacta.
A los 12 años se sometió a una cirugía que le traería mayor movilidad y así pudiera desarrollar aún más sus capacidades, por lo que en 2008 tuvo que parar por cuatro años para recuperar la movilidad, momento en el que fue aceptado en la Academia de Arte y Diseño E. Geppert en Wroclaw, donde consiguió la tutela de la Asociación Polaca de Janusz Korczak, lo que hizo avanzar sus estudios y perfeccionar su arte.
A partir de ese momento logra que sus retratos empiecen a venderse en varias regiones del mundo, e incluso fue invitado a diseñar la portada de un disco en los Estados Unidos. Mariusz ha trabajado principalmente en las calles de Europa, en ciudades como Berlín, Amsterdam, Londres, París, Barcelona, Marsella, Venecia, Roma y Atenas, donde no sólo hace retratos hiperrealistas, sino también trata de inspirar a los demás mostrando que los límites no existen y el tener una discapacidad no significa que no pueda perseguir sus sueños.
En 2013 consigue el segundo puesto al mejor artista global en Viena, ha participado en exposiciones en Cracovia, Viena, Oxford y Wroclaw, y al día de hoy cuenta con más de 700 dibujos que representan cerca de 15.000 horas de trabajo en sólo siete años.
Adicional a esto, Mariusz ha comenzado a viajar por el mundo como orador motivacional en conferencias para compañías y eventos privados.
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